domingo, 1 de septiembre de 2013

Reflexión caso Armstrong

Ésta es una reflexión que escribí sobre el caso Armstrong después de que, primero la USADA y luego la UCI, le sancionaran de por vida y le quitaran sus siete Tour de Francia.
Fue una reflexión larga, extensa, la hice llegar a Ciclismo a Fondo, la revista especializada de ciclismo más importante de tirada nacional, no con la intención de verla publicada, ya que ésta excedía en mucho los parámetros que se establecen para la sección de cartas al director, pero sí con la intención de que los que escriben e influyen sobre ciclismo pudieran ver lo que pienso/pensamos muchos aficionados de a pié, pues tenía la convicción de que mi opinión era generalizada, objetiva y válida, y quería que quedara constancia de ella en un medio tan importante como es éste, aunque fuera de puertas hacia adentro, y así lo hice.
Ésto fue allá por el mes de noviembre de 2012, y cual ha sido mi sorpresa, que hoy, mientras leía el número de Ciclismo a Fondo del mes de Julio, en el que aparece toda la crónica referente al Tour de Francia y, probablemente, su número de mayor tirada y ventas, me encuentro aquella opinión impresa en la revista. No aparece en su totalidad, pero he de decir que la síntesis que se ha hecho la veo totalmente ajustada a lo que yo quería transmitir.
Para mí es un orgullo que salga ésto en ésta revista tan importante, pero lo es principalmente porque se le empieza a dar la importancia que se merece a la perspectiva que del ciclismo expongo en el artículo.
Debajo de la foto os la pongo entera por si alguien quiere leerla entera.



Armstrong ganaba con una superioridad humillante, lo que ha pasado era un secreto a voces, pero las reflexiones deben de ir mucho más allá, son mucho más profundas que eso, los males del ciclismo no son solo Armstrong, ni vienen solo desde el 99, cuando ganó su primer Tour, empecemos por él pero sigamos mucho más allá. 
Para empezar, y hablando claro, las estructuras que forman el ciclismo son corruptas, están corrompidas y son claramente ineficaces, me hago muchas preguntas sin respuesta:
 
¿Cómo es posible que un tío en 7 años pase más de 250 controles y no de positivo en ninguno cuando, se supone, va hasta las cejas?
 
¿Cómo es posible que el organismo que debe de velar por la credibilidad de éste deporte y su limpieza, y que recibe ingentes cantidades de dinero de los equipos y de los propios corredores con éste fin, se lave las manos y quiera irse de rositas?
 
¿Se ha empleado bien ese dinero?
 
Y si es así ¿Realmente son efectivos los controles?
 
¿Hasta que punto es creíble lo que vemos?
¿Que pasa con ese supuesto positivo que dio en el 99 ocultado por la UCI a cambio de un suculento soborno económico del propio Armstrong? Pero por favor, cuanta hipocresía.
¿Ahí no se investiga? ¿No valen ahí los testimonios de los ciclistas?? Dimisión en bloque de la UCI.
 
Luego, por otro lado, los propios corredores, sinceramente, pienso que en muchas ocasiones son los menos culpables, dejan innumerables cosas por el camino, en una vida de entrega, esfuerzo y superación, algunos movidos por la ambición enfermiza que mueve al ser humano, como en otras tantísimas facetas de la vida (no solo ciclismo, no seamos también nosotros hipócritas) están dispuestos a todo para cumplir sus objetivos, pero otros muchos, grandísimos deportistas y mejores personas, se ven arrastrados a recurrir al dopaje empujados por la necesidad, la necesidad de sacarle partido a toda una vida de esfuerzo y sacrificio, pero no por dinero y éxito, en muchos casos, la mayoría, con el único fin de mantener vivas sus carreras profesionales, y optar únicamente a la subsistencia suya y de sus familias, al menos durante unos años. Como decía, nosotros que amamos éste deporte, no podemos caer en la demagogia y crucificar a éstos deportistas, deportistas ejemplares hasta el extremo en su mayoría, cuando muchos de nosotros, ante esas mismas circunstancias nos hubiéramos visto obligados a hacer lo mismo, o no, eso nunca se sabe, pero en algunas ocasiones veo el dopaje como algo entendible, aunque no justificable. De todas formas la autocrítica también deben de hacerla ellos. Siempre me ha llamado la atención la falta de unión y solidaridad, en estos casos, que siempre han tenido entre los propios profesionales, siempre he visto mucha hipocresía también entre ellos y mucha falta de compañerismo, y quizás con todo lo que ha pasado tengamos algunas respuestas en esta parte del asunto.
 
Sinceramente, no he conocido el ciclismo limpio nunca en mi vida, desde que eres un chaval sabes que hay cosas que te van a hacer mejorar fuera del propio entrenamiento, hasta ciertas ayudas, nada que objetar, son necesarias, el cuerpo es una máquina que hay que proteger y tener a punto, y que hay que ayudar a recuperar al organismo, que sufre un desgaste inimaginable, en todos los deportes se toman ayudas y recuperantes, no para rendir más, sino para preservar la salud del propio deportista. Pero todos los que hemos estado metidos en el mundillo éste sabemos que llegados a un cierto nivel o categoría, es necesario pasar la línea que separa el blanco de lo negro para seguir adelante, lo sabemos todos, esto es algo impepinable. He visto muchos jóvenes de mi edad, pero también más mayores y más jóvenes, tener que renunciar a todos sus sueños porque no han estado dispuestos a dar según que pasos, o incluso por cierto desconocimiento, porque llegado el momento, el dopaje, se hace necesario. Por otro lado, es triste que sean precisamente, otros corredores dopados, los que denuncien estas cosas cuando ya no tienen nada que hacer con sus carreras deportivas…esto también es un dato a tener en cuenta, que cada uno saque sus propias conclusiones. Lo que tengo claro es que el ciclismo necesita una refundación desde la base, desde los cimientos.
Por otro lado está el sangrante tema de los medios de comunicación, del doble rasero con el que tratan a los distintos deportes, con la falta de objetividad de muchos de ellos y con la estigmatización oportunista con que muchos de ellos atacan al ciclismo cuando ocurren éstas cosas.
Como decía, el ciclista, en la mayoría de los casos, es un deportista ejemplar hasta el extremo, que vive por y para su deporte, que trata cuidadosamente todos los detalles que forman su día a día, que entrena durísimo y pasa innumerables miserias físicas y psicológicas, entrenando y compitiendo, en durísimos días de frío, lluvia, viento o calor. El ciclista entrega su vida en la causa hasta límites insospechados, pero no solo el ciclista limpio, también el que va dopado. Los medios de comunicación tienen mucha, pero que mucha culpa de la imagen negativa que se da de éste deporte, porque tratan de dar una imagen del ciclismo que ignora todo esto, porque ignoran y hacen ignorar a la opinión pública que para ser ciclista hay que ser un portento de la naturaleza, un superdotado físico, un luchador que trata su cuerpo con mimo en un esfuerzo sin límites, en un trabajo metódico que permite una progresión de años que le permite esfuerzos que rozan lo imposible, porque ignoran y hacen ignorar que para ser ciclista hace falta una voluntad inquebrantable, el ciclista es un deportista dispuesto a sacrificarse cada hora, cada día de su vida. Los medios dan una información parcial y sectaria, y hacen creer que con una simple pastilla se consigue hacer de un burro un caballo de carreras, para ser ciclista, primero está todo lo que antes decía y luego todo lo demás, que como también decía, la lacra del dopaje existe desde hace mucho tiempo, quizás desde siempre, no se puede negar, pero la voluntad y la grandeza del ciclista tampoco.
 
Pero, aún siendo el ciclismo y todo su mundo, responsables principales de sus males, es triste ver el trato periodístico que se le da a nuestro deporte comparado con otros. Cuando un escándalo salpica a éste deporte todo es magnificado con facilidad, el doble rasero es a veces flagrante con el resto de deportes, especialmente comparándolo con nuestro deporte rey, al que también soy muy aficionado, pero del que poco o nada se sabe cuando le salpica algún tema oscuro.
 
¿Qué pasa con los casos Gurpegui o Guardiola?
¿Qué pasa con la Juventus de Zidane de los 90?
¿Qué hay del amaño de partidos, también en nuestra liga, cuando en otras se ha investigado hasta las últimas consecuencias?
¿Que pasó del vídeo de Cannavaro, con una vía abierta en una camilla?
¿Qué hay de la hormona de crecimiento de Messi o de las múltiples infiltraciones antes de los partidos?
¿Qué pasa con las recuperaciones milagrosas de lesionados, recurriendo a métodos “dudosos”?
No, a estos no les metemos mano, estos son buenos, son dioses, son el espejo en el que mirarnos nosotros y nuestros jóvenes, cuánta hipocresía y doble moral. Sería impensable que un ciclista adoptara comportamientos que vemos a diario en esos que, también a diario, encumbramos como dioses, que cada cual saque sus propias conclusiones. Por cierto, para los futboleros, yo también lo soy, he citado éste como podía citar muchos otro.
No quiero caer en el error de esconder las miserias del deporte que vivo y amo con las otras miserias de otros deportes, pero el trato mediático en este aspecto es claramente discriminatorio, dañino y doloso.
 
Espero que el ciclismo se levante de este duro golpe, de este duro mazazo, es un deporte épico, para mí el más épico y espectacular que existe, sus valores, que enamoran a sus seguidores y aficionados, lo han sustentado y levantado siempre de las situaciones límites en las que penosamente lo hemos visto. Esto debería de haberse cambiado mucho antes, muchas ilusiones y muchos sueños rotos se han quedado ya por el camino, pero tras éste escándalo, que no por flagrante y esperado deja de ser escandaloso, debe de haber una reflexión de todos, desde las estructuras que componen el ciclismo actual, a los propios corredores, a los medios de comunicación, y hasta a los seguidores. Sinceramente, tengo poca fe en una refundación del ciclismo, que es probablemente lo que merece, seguramente al final se salga adelante tirando de épica y de los valores que decía que hacen grande éste deporte, el amor que muchos le tenemos al ciclismo es mucho mayor que todos los males del mundo, pero seguir así será vivir una felicidad a medias, una ilusión que, en muchos casos, se sustentará más en un acto de fe que en algo que creamos como real, sería como limpiar la casa y meter la porquería debajo de la alfombra. En fin, como decía, que cada uno saque sus propias conclusiones.
Saludos a todos.



1 comentario:

  1. hola me llegó a través de el parra de trichannel.
    estoy de acuerdo en casi todo lo que comentas, se te nota un apasionado.
    pero no comparto esas comparaciones con el fútbol. los ejemplos que ponen pueden ser rebatidos, pero yo no lo voy a hacer, para qué meterse en debates. cada deporte debe preocuparse de lo suyo.

    saludos

    Antonio

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